Como el sol con su salida hace que el mundo entre en actividad, así también la conciencia de uno mismo produce cambios en la mente.
A la luz de una tranquila y estable conciencia de uno mismo, las energías interiores se despiertan y obran milagros sin ningún esfuerzo de tu parte.
Sri Nisargadatta Maharaj
Una mente serena es todo lo que necesitas. Todo lo demás acontecerá adecuadamente una vez que tu mente está en calma. La serenidad es una virtud que se consigue con tiempo y práctica. Saber mantener la calma en los momentos difíciles y ante las preocupaciones, es un logro que sólo lo consiguen las personas que han cultivado la serenidad. Debemos saber qué nos hace perder la serenidad y qué podemos hacer para conseguirla.
¿Qué es la serenidad?
Serenidad. Es sosiego, paz, auto control, tranquilidad, calma… Es una actitud sosegada y calmada ante cualquier acontecimiento por contrario o complicado que sea. Es saber enfrentarse a las contrariedades y a la adversidad, sin caer en la desesperación ni en la impaciencia, sino manteniendo una actitud reflexiva que permita valorar y ver la magnitud del problema buscando soluciones desde la calma y la reflexión. Las personas serenas poseen mayor control de sus emociones, no dejan que su estado de ánimo o sus problemas afecten al trato con los demás y mantienen siempre un trato cordial y tranquilo con quienes les rodean. No se dejan llevar por sus sentimientos, permaneciendo siempre calmados, tanto en los momentos o circunstancias que les producen gran exaltación, como en aquellos otros totalmente contrarios, donde predomina el desánimo o la tristeza. Estas personas no se dejan llevar por los impulsos ni por las prisas, piensan antes de actuar y sus actos son el resultado de pensamientos meditados y ponderados. Mantienen la serenidad en los momentos difíciles y no se impacientan ante situaciones imprevistas. Poseen un gran dominio de sí mismas y también de su entorno, al tener una visión más objetiva de lo que acontece.
La serenidad ante las actitudes de los demás.
Serenidad. La calma de nuestro mar no debe depender de los barcos que en el naveguen. Hay quien no acepta a los demás tal y como son. No soportan sus defectos o carencias y esperan que modifiquen una conducta concreta o que realicen un cambio en algún aspecto de su carácter o personalidad que no les gusta. En caso contrario, no son capaces de mantener con ellos una relación serena y equilibrada. No son conscientes de que siempre hay que contar con algunas limitaciones nuestras o de los demás, y que no aceptarlas, sólo genera sufrimiento y malestar para nosotros como para los demás. Hemos de saber que la serenidad sólo depende de nosotros mismos y de nuestro interior y no de las conductas de otras personas. Es un error tratar de cambiar a alguien o algo que no es susceptible de cambio o mejora. Lo fundamental es vencer esos pequeños obstáculos que nos irritan o molestan desde nuestro interior y no delegar a nadie ni a nada, esa responsabilidad. Cada uno estamos dotados de un poder para ejercerlo sobre nosotros mismos. Aceptar a los demás con sus defectos y limitaciones, tratar de entenderlos, es la mejor actitud que podemos mantener ante cualquier persona, además de la más inteligente y respetuosa. Hemos de tener claro que mantener una actitud serena en todo momento no depende de los demás ni de las circunstancias sino de nosotros y de nuestros pensamientos.
Causas que nos alejan de la serenidad.
Existen algunas circunstancias que nos impiden o dificultan desarrollar la serenidad. Tratar de reconocerlas nos ayudará a superarlas:
- Cuando no conocemos los puntos débiles o las limitaciones personales. Debemos distinguir claramente nuestras posibilidades ante determinados objetivos y metas para comenzar una preparación especial y no proponernos objetivos inalcanzables sin antes empoderarnos ya que ante cualquier imprevisto, sólo lograrían un continuo descontento con nosotros mismos y la pérdida de serenidad.
- Cuando no dedicamos tiempo o un lugar para estar solos, meditar y pensar con tranquilidad sobre nuestra vida. No podemos poner en orden nuestros pensamientos y eso, no sólo nos hacer perder la serenidad sino que dificulta también nuestra forma de tomar decisiones y actuar.
- Cuando tratamos de dar una solución inmediata a los problemas o nos impacientamos ante la espera de acontecimientos que se demoran más de lo previsto. Hemos de tener en cuenta que hay cosas que no dependen de nosotros.
Cómo conseguir ser una persona serena:
Para llegar a ser una persona serena se requiere voluntad. Veamos a continuación algunas sugerencias para lograr un comportamiento sereno:
- Conocernos mejor. Tener un conocimiento de nosotros mismos lo suficientemente amplio, como para conocer qué situaciones son las que nos hacen perder la serenidad y tratar de evitarlas o saber cómo actuar para no perder la calma.
- El trabajo responsable y bien hecho. La satisfacción personal y la tranquilidad que nos produce el haber realizado nuestras tareas a la perfección a pesar de los contratiempos, de la tensión o del estrés que podamos estar sufriendo, nos produce serenidad.
- Tener pensamientos positivos sobre los demás. Ver lo mejor de cada persona y saber disfrutar de quienes nos rodean respetando y aceptándolos como son.
- Siendo uno mismo, sin fingir un aspecto de nuestro carácter que no corresponde con nosotros y no demostrando afecto o interés cuando no lo sentimos. Debemos también reconocer los errores y equivocaciones que cada uno pueda tener y tratar de corregirlos.
- Procurar descanso físico y una buena alimentación. Aunque no parezca tener relación, todos hemos podido experimentar alguna vez como la falta de alimento, de sueño o descanso cambia el carácter de las personas y las vuelve más nerviosas e irascibles.
- Procurar un entorno ordenado y un orden de valores. Alcanzar la serenidad sin orden es muy difícil ya que puede dar lugar a situaciones de falta de control. Encontrar un objeto que buscamos o terminar un trabajo con rapidez, son situaciones que se verán afectadas por el desorden. Necesitamos orden y organización en nuestra vida, no sólo con los objetos materiales, sino también con respecto a prioridades y valores. Hemos de ordenar nuestras ideas y preferencias para actuar de forma coherente y serena.
- Cuando sienta los efectos de una reacción incómoda, solo observe lo que le está pasando (emociones y reacciones corporales) y, simplemente mire la situación de la misma manera que describiría un paisaje. No enjuicie las emociones y reacciones. No las califique de malas o de desagradables, solo obsérvelas. Usted si está contemplando un desierto y lo está describiendo, no necesita decir que es un lugar desagradable, basta que diga cosas como que hay arena por todas partes y/o que se percibe un intenso calor, etc. Haga lo mismo con lo que siente y nota en su cuerpo.
- No quedar cautivo de esas historias mentales que todos tendemos a contarnos cuando algo no es como nos gustaría que fuera. No practique “la rumiación mental” por seductora que le parezca.
- Lleve su atención a la respiración, al aquí y ahora, al presente. Si le cuesta llevar la atención a la respiración, ponga su atención en los sonidos que escuche. Todo menos llevar la atención a la “jaula de grillos” que es ahora su cabeza.
- Decida qué es en ese momento lo prioritario, lo esencial, la única cosa en la que usted debe de enfocarse. Tal vez sea en mantener la serenidad, en descubrir algo valioso, en sentirse más libre frente a las emociones disfuncionales que tienden a gobernar su vida.
“Necesitas una mente preparada, dócil, libre de obstáculos, feliz y serena para recibir el Dharma.” Buda
Una Mente Preparada es aquella que ha vivido experiencias karmicas profundas en plena conciencia. El hacerlo abre tu mente al contacto íntimo con la enseñanza. Es una mente madura la que conoce mucho sobre las leyes de la vida. La edad no es un requisito para lograrla; es más importante un profundo cuestionamiento de todos los acontecimientos que han labrado tu vida.
Una Mente Dócil es aquella que se ha librado de la rabia, el orgullo, las explosiones de descontento e insatisfacción, los prejuicios y las evaluaciones previas de los hechos. Una mente dócil se abre al Dharma como la tierra seca a las lluvias…sin resistencia. Esta mente se libera conscientemente de muchas ataduras psicológicas para permitirle al Dharma hacer su trabajo. Es como el que coloca abono en sus tierras para mejorar los cultivos. Esta es una mente libre de resistencia.
Mente Libre de Obstáculos significa estar libre de ataduras. Ataduras mentales y físicas. Es una mente que se ha liberado de todo apego y de la ignorancia terrenal propia del hombre apegado a las cosas y circunstancias que le rodean. Solo así se puede escuchar y degustar el Dharma. Los obstáculos que nosotros interponemos en nuestra mente no nos permiten acelerar nuestro aprendizaje.
Una Mente Feliz es una mente abierta a energías y enseñanzas positivas. La tristeza – su opuesto – te sumerge en grandes estados de depresión. Solo una mente abierta, dispuesta, joven, sin ataduras puede sonreír en este mundo de sufrimiento e ignorancia. La felicidad no solo abre puertas, sino que permite mantenerlas abiertas. Estar feliz es estar dispuesto.
La Mente Serena se logra a través de la meditación. Momentos de silencio interior, revisión personal y vida estable (libre de inmoralidades, odios, ocio y mentiras) conducen a esta serenidad. Sin esta serenidad, el Dharma no podría recorrer tu cuerpo y mente pues la condición de una mente agitada despedaza y divide. La intranquilidad obstruye el flujo del Dharma; es como la sangre tratando de pasar por arterias tapadas.
¡LIBÉRATE! Compartir es servir
El reiki es una técnica de origen japonés que busca equilibrar la energía del cuerpo. El reiki permite trasmitir energía de forma controlada de una persona hacia otra solo a través de las manos.
El reiki se usa para tratar ciertas dolencias o como complemento a tratamientos médicos de ciertas patologías para potenciar la curación.
Pero también el reiki puede usarse para mejorar la salud y el rendimiento de los deportistas.
Los beneficios del reiki en deportistas son:
-ayuda a aliviar el estrés y la ansiedad antes de una competencia
-ayuda a reducir dolores por lesiones o luego de entrenamientos
-aumenta la energía del cuerpo
-ayuda a prevenir lesiones musculares, articulares o mejorar la recuperación de las mismas
-estimula el sistema inmunológico
-se reducen los dolores, calambres causados por la práctica deportiva
-mejora la concentración mental durante las competencias
-ayuda a regenerar las células musculares
El reiki no hará ganar una competencia al deportista pero si lo ayudara a tener suficiente energía y equilibrio mental para poder encarar los desafíos deportivos así como mejorar su rendimiento deportivo.
El reiki aún no es una técnica muy usada entre los deportistas amateur pero si entre los profesionales o del alto rendimiento debido a los beneficios que otorga en su desempeño deportivo.
Se recomienda el uso del reiki luego de un entrenamiento o competencia intensa para aliviar los malestares y daño en los músculos que se producen por la práctica deportiva.
Las sesiones de reiki son muy buenas para la salud de los deportistas.
Ser Maestro de Reiki es haber iniciado el camino de la Auto maestría. Es llevar una vivencia de Reiki, para poder transmitir además de la enseñanza teórica de un manual, la propia experiencia, el propio aprendizaje, con una pasión del Alma. Es vivenciar Reiki al punto de poder trasmitir la ESENCIA del sistema y que éste sea más que un “método de Armonización” o una “herramienta”, Un Auténtico Camino de Autoconocimiento y Sanación
Las 18 cualidades de un Maestro Reiki:
Cuando impones tus manos con amor, ya estás transmitiendo Reiki. El amor es la energía sanadora. No obstante, un maestro de Reiki puede ayudarte con una iniciación a canalizar de manera consciente esa energía. El preparará tu cuerpo físico y etérico para convertirlo en un canal de energía con la técnica heredada del Maestro Usui y sus descendiente
1: Un Maestro nunca exige, nunca pide que cumpla una promesa, ni ejerce autoridad porque tenga conocimiento ni rango.
2: Un Maestro, no impone instrucciones sino que da toda la información que sabe, que necesitan y que le piden, pero la verdadera cualidad es que dé la información (el conocimiento) que deja que cada persona de acuerdo a su entrega, nivel y comprensión, avance por su propia cuenta.
3: Un Maestro ya no se preocupa por nada ni por nadie sino que se ocupa en y por la gente.
4: Un maestro nunca ve defectos, no critica, no envidia, no tiene malos pensamientos para con nadie ni consigo mismo.
5: Un Maestro, nunca ve el pasado de una persona ni se complica con su karma cuando alguien pide consejo, ayuda o conocimiento, él se lo da porque el Maestro no especula, condiciona ni intelectualiza, simplemente ve en esa persona dos posibilidades. 1º La de servirla y 2º Que ve en ella un o una maestra@ en un tiempo próximo o futuro, por ello siempre está dispuesto a dar y recibir, porque eso forma parte de su vida y de su evolución.
6: Un Maestro nunca ve en ninguna persona defectos ni alfabetismo de la vida, porque sabe que esas son sus herramientas de trabajo y de evolución.
7: Un Maestro nunca permanece. Aparece, desaparece y queda cuanto dejó
. 8: Un Maestro es el monje más perfecto que existe, ya que no es condicionado al rango que otros le den, no está condicionado ni a la gloria, ni a la riqueza ni a la glorificación o desprecio. Él sabe que es un sirviente de DIOS y todo cuanto sucede en su vida y su alrededor ve la manos de DIOS.
9: El maestro tiene un plan de expansión y usa para el bien de la expansión y de todos los seres y todas las personas que quieran ayudarlo a la expansión o su trabajo. Porque si aunque le fallen los amigos, los ayudantes o los subordinados ¿Se detiene su plan de expansión? ¡NO! Continúa trabajando solo.
10: El maestro siempre está protegido por los Ángeles, Seres de luz, Maestros ascendidos y la Suprema Personalidad de DIOS. Porque el maestro en la tierra sabe que es un vínculo que usan ELLOS.
11: Un maestro no tiene socios.
12: Un Maestro ve a todas las personas en los senderos de la perfección. Sabe que cada cual sigue su camino hacia DIOS (la DEIDAD) y sabe que cada cual arrastra sus anclas que en ocasiones le impiden evolucionar, que en ocasiones son los egos, los defectos, el orgullo, las pretensiones, las imperfecciones, que deben poco a poco, años tras año, vida tras vida ir purificando. Cuando la persona no sabe que los tiene continúa viviendo en la ignorancia. Pero en ocasiones esos defectos son sus mejores aliados cuando la misma persona sabe que son y que los tiene, pues entonces cuando puede trabajarlos y purificarlos con mayor rapidez DEBE SEGUIR.
13: Un Maestro, significa que es capaz de controlar la mente, el estómago y los genitales. Si la mente, el estómago y los genitales lo controlan a él, deja de ser maestro de sí mismo. Si no se es, maestro de sí mismo, no puede ser maestro para nadie.
14: Un maestro ve a DIOS en todos, porque sabe que todo es esencia del mismo DIOS. Porque el universo es DIOS y DIOS es universal. Sabe que aunque pequeños, todos somos parte infinitesimal de DIOS. Así que el maestro sabe que DIOS le enseña a través de nuestro prójimo y que sirviéndolo, amándolo y respetándolo, sirve y ama a DIOS. De la misma forma que un padre o madre no tolera que nadie desprecie, maltrate a sus hijos.
15: Un maestro nunca se deja servir pues es el quien sirve y si lo sirven sabe que están sirviendo a DIOS.
16: Un maestro nunca rechaza cuanto se le da. Porque cuando alguien le ofrece algo, lo hace de corazón, con placer y por satisfacción, y eso es lo que a esta persona lo hace sentirse bien y al mismo tiempo evolucionar y elevarse. Si el maestro rechaza evita que la persona evolucione, se eleve y se sienta bien. Al maestro no le pesa lo que se le ofrece o cuanto se le da, porque enseguida es utilizado para el bien-estar de los demás.
17: A veces un maestro parece ser igual que una persona común, pero mental y espiritualmente todo está conectado con el SER SUPREMO. Come igual que pueda comer otra persona pero sus alimentos son naturales, los ofrece al SER SUPREMO y cuando el maestro está en servicio al mundo y a DIOS, con su sola presencia sus alimentos son purificados. Una persona puede tener riquezas pero son riquezas suyas y para él solo. Un maestro puede tener riquezas pero esas riquezas saben que no son suyas y por lo tanto las utiliza para el bien de los demás y la expansión. Por lo tanto sabe que siempre no tiene nada suyo. Hoy tiene mucho y mañana un solo pedazo de pan duro para comer. Las riquezas en un baúl, se pudren. Las riquezas espirituales, lo enriquecen y lo elevan. Porque el maestro todo cuanto hace lo hace en pos de la expansión de ayudar y en relación con y para DIOS.
18: Un maestro nunca se vanagloria ni se cree grande. Solo es un sirviente, y él lo sabe.
Fuente: Comunidad Reiki Mikao Usui
El hecho de que decidas dar con un pensamiento distinto no significa necesariamente que puedas pasar directamente a ese pensamiento ahora mismo, pues la Ley de Atracción tiene algo que decir sobre los pensamientos a los que tienes acceso desde donde te encuentras. Por supuesto, no existe ningún pensamiento al que no puedas acceder con el tiempo —al igual que no existe ningún lugar que no puedas alcanzar con el tiempo desde donde te encuentres—, pero no puedes saltar al instante a un pensamiento que tiene una frecuencia vibratoria muy distinta de los pensamientos en los que sueles centrarte.
A veces, algún amigo, que en estos momentos se encuentra en una posición en la que se siente más a gusto que tú, te recomendará que dejes de pensar en cosas negativas y elijas pensamientos más positivos. Pero el mero hecho de que tu amigo se halle en una posición en la que se sienta más a gusto no significa que sea capaz de conducirte hasta allí, pues la Ley de Atracción no te permite hallar una frecuencia vibratoria ajena a la que estás instalado. Y por más que desees sentirte mejor, posiblemente comprobarás que no puedes hallar el pensamiento gozoso que tu amigo desea que encuentres. Pero nosotros queremos que comprendas que con el tiempo puedes hallar ese pensamiento, y que cuando hayas modificado deliberada y progresivamente tu frecuencia vibratoria conseguirás alcanzar y mantener una posición más positiva.
Cuando compruebes que siempre puedes conocer el contenido vibratorio de tu Ser, y que por tanto siempre puedes ser consciente de cuál es tu punto de atracción, adquirirás un control consciente y creativo de tu propia experiencia. Y cuando comprendas que tus emociones te indican cuál es tu contenido vibratorio, podrás modificar deliberada y progresivamente tus vibraciones.
Concéntrate en el pensamiento más agradable que puedas
Elegir un pensamiento diferente siempre produce una respuesta emocional diferente. Así, podrías decir: «Elegiré deliberadamente pensamientos que hagan que me sienta mejor». Sería una buena decisión. Pero sería una decisión mejor, y más sencilla, decirte: «Deseo sentirme bien, de modo que trataré de sentirme bien eligiendo un pensamiento que me produzca una sensación placentera».
Si decides «ir en pos de tu felicidad» y estás inmerso en una situación vital muy alejada de la felicidad, tu decisión de ir en pos de la felicidad no prosperará porque la Ley de Atracción no puede proporcionarte el pensamiento que contenga una diferencia vibratoria tan radical. Pero sí te será fácil poner en práctica la decisión de centrarte en el pensamiento más agradable al que tengas acceso. La clave para ascender por la escala emocional vibratoria consiste en ser consciente y sensible a la forma en que te sientes, porque si no eres consciente de cómo te sientes, no puedes saber en qué dirección te desplazas por esa escala. (Podrías volverte y emprender el camino de regreso a Phoenix sin darte cuenta.)
Si te paras a analizar conscientemente la emoción que experimentas en estos momentos, y procuras mejorar la forma en que te sientes, avanzarás hacia tu objetivo, mientras que si intensificas la emoción negativa te moverás en la dirección equivocada.
Así, un buen sistema para ascender por esta escala emocional vibratoria consiste en tratar siempre de alcanzar la sensación de alivio que experimentas al despojarte de un pensamiento resistente y sustituirlo por otro de aceptación. La Corriente de Bienestar siempre fluye a través de ti, y cuanto más permitas que lo haga, mejor te sentirás. Cuanto más te resistas a ella, peor te sentirás.
Estás sólo a 17 segundos de los 68 que te faltan para satisfacer tu deseo
Basta que centres tu atención unos segundos en una cuestión para que se active en ti la vibración por ella, y de inmediato la Ley de Atracción comenzará a responder a esa activación. Cuanto más tiempo prestes atención a determinada cuestión, más fácil te resultará seguir centrado en ella, porque atraes, a través de la Ley de Atracción, otros pensamientos o vibraciones que son la esencia de lo que estás pensando.
Al cabo de 17 segundos de permanecer centrado en un pensamiento, se activa una vibración que se corresponde con ese pensamiento. A medida que tu concentración se haga más intensa y la vibración más clara, la Ley de Atracción te aportará otros pensamientos que coincidirán con la cuestión en la que estás concentrado. En este punto, la vibración no tiene un gran poder de atracción, pero si permaneces concentrado más tiempo, el poder de la vibración se hará más potente. Y si consigues permanecer concentrado en un pensamiento durante tan sólo 68 segundos, la vibración será lo suficientemente intensa para que empiece a manifestarse.
Cuando te concentras reiteradamente en un pensamiento puro y lo mantienes como mínimo durante 68 segundos, al cabo de un breve espacio de tiempo (en algunos casos horas, en otros días), ese pensamiento se convierte en un pensamiento dominante. Y cuando alcanzas un pensamiento dominante, experimentas sus manifestaciones correspondientes hasta que cambias de pensamiento.
Recuerda que:
• Los pensamientos en los que te centras equivalen a tu punto de atracción.
• Obtienes aquello en lo que piensas, te guste o no.
• Tus pensamientos equivalen a vibraciones y la Ley de Atracción responde a esas vibraciones.
• A medida que tu vibración se expande y se hace más poderosa, acaba siéndolo lo suficiente para que se manifieste.
• Dicho de otro modo, lo que piensas (y por tanto sientes) y lo que se manifiesta en tu experiencia coinciden siempre a nivel vibratorio.
LOS DISTINTOS GRADOS DE LA ESCALA DE TU GUÍA EMOCIONAL
Cabe decir que cada emoción emite una frecuencia vibratoria distinta, pero sería más exacto decir: Tus emociones son indicadores de tu frecuencia vibratoria. Cuando tengas en cuenta que tus emociones indican tu grado de alineación con la Fuente de Energía y que cuanto mejor te sientes más favorecerás tu alineación con las cosas que deseas, comprenderás sin mayores problemas cómo debes responder a tus emociones.
Una alineación perfecta con tu Fuente de Energía significa que sabes que:
• Eres libre.
• Eres poderoso/a.
• Eres bueno/a.
• Eres amor.
• Eres valioso/a.
• Tienes un propósito.
• Todo está bien.
Te alienas con quien eres cuando te centras en los pensamientos que te permiten conocer tu auténtica naturaleza, pues entonces te hallas en un estado de alineación absoluta. Y la sensación que te producen esos pensamientos constituye la emoción última de la conexión. Para retomar la analogía con el indicador de combustible de un vehículo, ese estado de alineación equivale a un depósito lleno.
Dicho de otro modo, imagina un indicador o una escala graduada que indica tu mayor disposición (depósito lleno) a permitir tu alineación con la Fuente de Energía y tu menor disposición o resistencia (depósito vacío) a alinearte con tu Fuente de Energía.
Podemos describir así tu escala de emociones:
1. Alegría/ Conocimiento/ Poder Personal/ Libertad/ Amor/ Gratitud
2. Pasión
3. Entusiasmo/ Ilusión/ Felicidad
4. Expectativas Positivas/ Creencia
5. Optimismo
6. Esperanza
7. Satisfacción
8. Aburrimiento
9. Pesimismo
10. Frustración/ Irritación/ Impaciencia
11. Agobio
12. Decepción
13. Dudas
14. Inquietud
15. Culpabilidad
16. Desánimo
17. Ira
18. Venganza
19. Odio/ Rabia
20. Celos
21. Inseguridad/ Remordimientos/ Falta de autoestima
22. Temor/ Desconsuelo/ Depresión/ Desesperación/ Impotencia
Puesto que a menudo se utilizan las mismas palabras para describir cosas distintas o se utilizan distintas palabras para describir las mismas cosas, estas palabras para etiquetar tus emociones no se ajustan exactamente a cada persona que sienta determinada emoción. Es más, el hecho de etiquetar las emociones con palabras puede confundirte y distraerte del auténtico propósito de tu Guía Emocional
Lo importante es que trates conscientemente de mejorar la forma en que te sientes. La palabra que describa lo que sientes es lo de menos.
Un ejemplo de cómo ascender conscientemente en la escala de tu Guía Emocional
En tu experiencia ha ocurrido algo que hace que te sientas fatal. Nada te satisface, nada te parece bien, tienes la sensación de que te asfixias y cada pensamiento es tan doloroso como el anterior. La mejor palabra para describir el estado emocional más frecuente en ti es «depresión».
Si pudieras tomar la iniciativa posiblemente te sentirías mejor; si pudieras eliminar de tu mente lo que te preocupa y centrarte en tu trabajo, te sentirías mejor. Podrías centrarte en muchos pensamientos que te librarían de la depresión. Ahora bien, en estos momentos, desde el punto de vista vibratorio, no tienes acceso a buena parte de ellos. Pero si estás decidido a dar con un pensamiento, cualquier pensamiento, que te haga sentir mejor y eres consciente de la sensación que te producirá ese pensamiento, puedes empezar a ascender de inmediato por la escala de tu Guía Emocional. Se trata de un sistema que consiste en centrarte en un pensamiento, cualquier pensamiento, y valorar de manera consciente si ese nuevo pensamiento te proporciona una sensación de alivio del malestar que padecías anteriormente. Así pues, piensas y sientes y piensas y sientes con un único propósito: experimentar siquiera un pequeño alivio.
Pongamos que alguien te ha dicho algo que te ha enojado, o que alguien no ha cumplido su palabra. Cuando te centras en este desagradable tema, notas que sientes cierto alivio de tu depresión. Dicho de otro modo, pese a la ira que te invade cuando te centras en este pensamiento, ya no te cuesta respirar. La sensación de claustrofobia ha remitido y te sientes mejor.
Ahora bien, el paso crucial consiste en utilizar de manera eficaz tu Guía Emocional: detenerte y reconocer conscientemente que el pensamiento de ira que has elegido hace que te sientas mejor que la asfixiante depresión que ha sustituido. En el reconocimiento consciente de que tu vibración ha mejorado, tu sentimiento de impotencia disminuye y comienzas a ascender en la escala de tu Guía Emocional, para conectarte de nuevo con la persona que eres.
¿Por qué se empeñan en impedir que sienta este grato sentimiento de ira?
En muchos casos, a partir de una vibración muy resistente como la depresión o el temor, descubres instintivamente, o incluso inconscientemente, que el pensamiento de ira alivia tu malestar. Pero como muchas personas te han convencido de que la ira es un sentimiento negativo —no están dentro de ti, así que no pueden experimentar la mejoría que te produce tu pensamiento de ira—, por lo general te aconsejan que no alimentes la ira… para dejar que caigas de nuevo en tu anterior estado depresivo. Pero si sabes de manera consciente que has elegido un pensamiento de ira y que éste te aporta una sensación de alivio, sabes que puedes pasar del pensamiento de ira a un pensamiento menos resistente como el de frustración, y ascender en la escala de tu Guía Emocional para volver a alinearte con tu Fuente de Bienestar.
¿Por qué hasta la más leve mejoría tiene una gran importancia?
Cuando eres consciente de dónde te encuentras y sabes dónde deseas estar, y tienes los medios para saber si te diriges allí o no, nada puede impedirte que llegues. La supuesta falta de control sobre tu experiencia vital se debe sobre todo a que no sabes hacia dónde te diriges. Si no comprendes de manera consciente tus emociones y lo que significan, a menudo te alejas del lugar donde deseas estar.
Existen muchas palabras para describir las emociones, pero en rigor existen tan sólo dos emociones: La que hace que te sientas bien y la que hace que te sientas mal. Cada grado a lo largo de la escala emocional indica tan sólo la medida en que permites que fluya a través de ti la poderosa, pura y positiva Fuente de Energía. El estado de conexión total, que te produce una sensación de alegría, amor, apreciación, libertad o conocimiento, invoca tu sensación de poder personal. Y el estado de máxima desconexión, que te produce la sensación de desesperación, dolor, temor o depresión, propicia tu sensación de falta de poder personal.
El que seas capaz de alcanzar siquiera una pequeña mejoría en tu estado tiene una gran importancia, pues incluso una mínima mejoría emocional puede hacer que recuperes en cierta medida el control. Y aunque no hayas ejercido todo tu control para volver a conectarte con tu poder personal, ya no te sientes impotente. Así pues, ahora no sólo puedes volver a ascender por tu escala emocional, sino que te resulta relativamente sencillo.
Recuerda que:
• La rabia te ofrece una sensación de alivio de la depresión, el dolor, la desesperación, el temor, el sentimiento de culpa o de impotencia.
• La venganza te ofrece una sensación de alivio de la rabia.
• La ira te ofrece una sensación de alivio de la venganza.
• La culpabilidad te da una sensación de alivio de la ira.
• El agobio te ofrece una sensación de alivio del sentimiento de culpa.
• La irritación te ofrece una sensación de alivio del agobio.
• El pesimismo te ofrece una sensación de alivio de la irritación.
• La esperanza te ofrece una sensación de alivio del pesimismo.
• El optimismo te ofrece una sensación de alivio de la esperanza.
• Las expectativas positivas te ofrecen una sensación de alivio del optimismo.
• La alegría te ofrece una sensación de alivio de las expectativas positivas.
Con el tiempo y la práctica llegarás a comprender lo que tu Guía Emocional te indica. Cuando hayas tomado la decisión de tratar siempre de experimentar la sensación de alivio que te aporta una emoción mejorada, te sentirás bien la mayor parte del tiempo, y dejarás que todas las cosas que deseas fluyan hacia tu experiencia.
Es necesario que prestes atención a cómo te sientes para comprender todo lo que te sucede. La forma en que te sientes —y la sensación de alivio que descubres al centrarte en pensamientos más agradables— es tu única pauta con respecto a lo que atraes a tu experiencia.
No debes temer tus pensamientos incontrolados
Cuando la Ley de Atracción es comprendida y aceptada (lo cual no suele llevar mucho tiempo, ya que no existe en tu medio la menor prueba que la rebata), muchas personas se sienten inicialmente incómodas con sus pensamientos. Cuando entienden el poder de la Ley de Atracción y comienzan a analizar el contenido de su mente, en ocasiones les preocupa el potencial de lo que pueden atraer a través de sus pensamientos incontrolados. Pero no hay motivo para que te preocupen tus pensamientos, pues no se trata de un rifle cargado capaz de provocar una instantánea destrucción masiva. Aunque la Ley de Atracción es muy poderosa, la base de tu experiencia es el Bienestar. Y aunque tus pensamientos son magnéticos y se expanden en función de la atención que les prestas, dispones de tiempo suficiente —desde el momento en que te percatas de cualquier pensamiento negativo— para optar por otros pensamientos menos resistentes que te proporcionen resultados más apetecibles.
Recuerda que puedes favorecer o entorpecer en mayor o menor grado tu alineación con el Bienestar, pero la Corriente de Bienestar siempre fluye. Por consiguiente, hasta un mínimo esfuerzo destinado a elegir un pensamiento más agradable te proporcionará resultados positivos. Y cuando des ese paso y encuentres ese pensamiento agradable, te habrás concedido conscientemente la libertad para pasar de la situación en que te halles, en cualquier aspecto, a la situación en la que desees estar. Cuando elijas deliberadamente un pensamiento y sientas de manera consciente la mejoría en la forma en que sientes, habrás utilizado con éxito tu Guía Emocional y emprendido el camino hacia la libertad que deseas y mereces, pues no hay nada que no puedas ser, hacer o tener.