sábado, 4 de abril de 2015

¿Qué son las creencias?

Una creencia es el sentimiento de convicción sobre el significado de algo. Es una aseveración  personal que consideramos verdadera.  Estas afectan a la percepción que tenemos de nosotros mismos, de los demás, de las cosas y situaciones que nos rodean. Tendemos a pensar que nuestras creencias son ciertas y esperamos que los demás las compartan. No nos damos cuenta que las creencias y los valores son algo personales, muy diferentes del de los demás. 
No vivimos la realidad en sí, sino una transformación  mental de la misma. Lo que hace que nuestra vida sea un principio de esperanza y ricas alternativas o una inevitable fuente de sufrimiento. Lo que vivimos y como lo vivimos, depende más de la función y preparación de nuestro mapa mental, que del territorio "real" en sí. 
A través de nuestro sistema de creencias y valores damos significado y coherencia a nuestro modelo del mundo, al que estamos profundamente vinculados. Cuestionar una de nuestras creencias puede desestabilizar todo el sistema al afectar a aquellas otras que se derivan o están relacionadas con ella. Esta es la razón por la que somos muy reacios a modificar alguna de nuestras creencias.
Todos tenemos creencias que nos sirven como recursos y las hay también que nos limitan. Se pueden moldear, influir e incluso pueden  determinar nuestro grado de inteligencia, nuestra salud, nuestra creatividad, la manera en que nos relacionamos e incluso nuestro grado de felicidad y de éxito.
Son sentimientos que en un momento determinado llegaron a nosotros. Las creencias se han ido formando, ocupando un espacio, una energía, se han ido materializando dentro de nuestros conceptos más arraigados. Vienen a partir de lo que nos han dicho, de lo que hemos vivido, son modos que nosotros creemos tener y ser, y que mas bien vienen de otras personas, educadores, experiencias de nuestros padres, por los medios de comunicación o en el momento que algo nos ha sucedido muy fuerte y se ha producido una impregnación en nuestro consciente o en nuestro inconsciente. Creencias a veces escondidas en nuestro inconsciente, y que están teniendo una repercusión extraordinaria en nuestras vida, y es difícil acceder a ellas.

¿CÓMO SE FORMAN LAS CREENCIAS?
Las creencias se forman a partir de ideas que confirmamos o creemos confirmar a través de nuestras experiencias personales. Cuando una creencia se instala en nosotros de forma sólida y consistente, nuestra mente elimina o no tiene en cuenta las experiencias que no casan con ella.
No puedes ir en contra de tus ideas, por lo tanto es tu mente, el vehículo por el cual tú vas a tener un tipo determinado de vida. La paz se consigue cuando somos capaces de unir la mente con lo que decimos y lo que hacemos. 

LA VERBALIZACIÓN

 Es darle fuerza al pensamiento, convertir en sonido la idea. La palabra es tremendamente poderosa, el verbo se convierte en acción, puedes comprobarlo prestando atención a tu forma de hablar, a como nos comunicamos con los demás, a lo que decimos en la comunicación. 
A cada momento estoy hablando de mí, cuando defino a lo que me rodea, y a quienes me rodean, es muy importante ese nexo de unión entre mi pensamiento y mi palabra, y que me hace plasmar fuera, lo que creo que se de mí.. 
Un "yo no voy a poder" "va a ser difícil" "lo intentaré pero", está lanzando fuera de mi una energía, que va a materializarse en un acto muy concreto. Va a convertir en realidad lo que he dicho, y de nuevo podré ralentizar y comprender que lo que he pensado, se ha convertido en palabra, y la palabra se ha convertido en materialización. Lo que pienso, lo que digo y lo que hago, está siendo la semilla de lo que voy a recoger.
Es importante tomar conciencia, porque eso puede cambiar nuestra vida. Puedo cambiar desde el momento, que puedo localizar esos pensamientos que van contra mi propia libertad. Desde el momento que soy capaz de escuchar cuando hablo, y darme cuenta, de que me estoy dando cuenta de cómo hablo, y cambiar mi manera de hablar, y que tomo conciencia de lo que lanzo al mundo. Ahí está la paz, la de dentro a afuera, y no de fuera a dentro, para que yo pueda ser lo que soy realmente, para lo que yo he sido enviada a esta planeta tierra, la paz entre lo que digo y lo que hago.

LA CONGRUENCIA

La congruencia se da cuando asumes plenamente un compromiso consciente e inconsciente con un objetivo o comportamiento determinado. Comer correctamente y mantener el peso adecuado e fácil si "todas las partes" de ti quieren hacerlo, si utilizas la fisiología adecuada y si tienes unas buenas estrategias para seleccionar y consumir alimentos. En cambio, resulta muy difícil si teme que comer de un modo sano reducirá tu disfrute de la vida.

La INCONGRUENCIA

La incongruencia es a menudo la causa de que algunos comportamientos sean muy difíciles de cambiar. Cuestiones como fumar, beber, reducir peso, etc. Son problemáticas porque una parte de ti quiere cambiar, pero otra parte (a menudo inconsciente) obtiene algún beneficio positivo 
del comportamiento que pretendes cambiar.
Los conflictos internos (incongruencias) adoptan muchas formas. Puede haber problemas de congruencia entre lo tu deberías hacer y lo que quieres hacer. Por ejemplo, quizás pienses que deberías dejar las drogas porque es perjudicial para la salud, pero en realidad quieres seguir tomándolas porque es lo único que te hace ser rebelde de esta sociedad.

IMPRONTAS

Una impronta es un acontecimiento pasado significativo a partir del cual te formaste una creencia o un conjunto de creencias. Lo más importante de las experiencias pasadas no es el contenido de lo que ocurrió, sino la impresión o creencia que la persona se formó a partir de esta experiencia.

¿CÓMO TRABAJAR CON LAS CREENCIAS?

Empezaremos a hacernos una serie de preguntas.
  • ¿Qué ocurriría si volvieras a ser esbelta? 
  • ¿Qué te lo impide? 
  • ¿Qué dice acerca de ti el el hecho de que no hayas sido capaz?
  • ¿De dónde viene?
  • ¿Dónde lo he aprendido? 
  • ¿Dónde lo he visto? 
  • ¿Cómo se materializa en mi vida? 
  • ¿Cómo lo provoco? 
  • ¿Cómo lo busco?
  • ¿Qué te dijeron en tu infancia? 
  • ¿Qué escuchaste decir a tus padres o seres cercanos sobre ti?
  • ¿Qué creencias adoptaste como tuyas? 
  • ¿Qué ideas tenían otros de ti y te creíste?

Contestar, gritar, decir lo que piensas, etc., y así no vives la vida tal y como es, sino desde el personaje que te crees. Pero todo lo que reprimimos en el inconsciente está queriendo todo el tiempo salir al exterior para descargarse, pero nuestra mente consciente lo impide mediante un tremendo esfuerzo.
Fíjate cuantas oportunidades nos da la vida en un momento determinado, en un segundo puede cambiar la dirección de los acontecimientos. Esos ligeros movimientos son como las maniobras cortas en el manejo de un coche, yo voy con un volante recto, pero si lo muevo mínimamente voy a otro lugar.

LOS VALORES

Los valores son los estados a los que las personas dan importancia. Por ejemplo, éxito, seguridad, amor, felicidad, etc.
Un valor es una palabra que indica algo elevado en la jerarquía de nuestros intereses. Los utilizaremos continuamente de forma inconsciente para juzgar lo que está bien y lo que está mal. Son etiquetas que utilizamos para indicar diferentes niveles de placer o dolor.
Ciertos valores como la justicia, el amor, la libertad, la salud, los denominamos valores primarios y designan lo que es más importante para nosotros.  Estos sin darnos cuenta, dirigen realmente nuestra vida y tienen una influencia tremenda sobre el desarrollo de nuestras capacidades porque nos indican que esos estados son los únicos que merece la pena alcanzar.
Existen otros valores que llamaremos secundarios como el dinero, el trabajo, etc. Que nos permiten alcanzar el valor primario que está detrás (el que realmente nos importa).
Nuestros valores se instalan en nosotros como consecuencia de nuestras experiencias de dolor y placer. Nuestras experiencias y la forma de actuar de las personas que nos rodean conforman nuestra escala de valores.
Todas las personas tienen una jerarquía de valores que está dentro de una de las dos categorías siguientes:

VALORES HACIA LOS QUE SE TIENDE:

Son estados que se desea alcanzar dado que producen gran satisfacción.
Por ejemplo: felicidad, respeto, cariño, etc.

VALORES DE LOS QUE SE HUYE:

Son estados que me producen desagrado o insatisfacción.
Por ejemplo: frustración, manipulación, humillación, etc.
Si una persona conoce sus valores más importantes y su jerarquía, sabrá cuáles son las motivaciones internas que le mueven a actuar para alcanzar sus metas y cuáles son los estados que tratará de evitar a toda costa. Sus valores estarán condicionando permanentemente su comportamiento, muchas veces sin ser consciente en ello.
Si una persona descubre sus valores, conocerá a que presta atención su mente. Si esa persona cambia la jerarquía de sus valores cambiará su destino.
Es pues conveniente que diseñemos e instalemos en nosotros unos valores y creencias que nos hagan fácil la vida, que nos permitan sentirnos felices y ganar cada día independientemente de lo que suceda. Estos valores y creencias nos deben permitir disfrutar al cien por ciento del viaje de nuestra existencia, además de ayudarnos a alcanzar las metas que consideremos importantes.

EJERCICIO

- Cierra los ojos. 
- Respira profundamente. 
- Recuerda ahora una situación repetitiva de tu vida, de esas que por mucho que te lo propongas inmediatamente se repite tu reacción, tu pensamiento, tu sentimiento, etc.
- Puede ser una situación de miedo, rabia, frustración, resentimiento. - Deja que te venga esa situación. 
- Localiza ahora cuál es el pensamiento que genera lo demás.
Piensa en algo que tú creas que puedes hacer y compáralo con algo que te limita. Determina la diferencia. A continuación, toma la creencia limitadora y hazla igual que la cosa que tú crees que puedes hacer. Si no puedes hacerlo porque algo te lo impide, averigua qué es.
El propósito del ejercicio es conseguir que la limitación se vuelva más parecida a la creencia con plenitud de recursos. Consigue que la creencia que no crees se parezca lo más posible a la que si crees.

  PD: Gracias a    Akasha Sanación Integral - Elizabeth Romero Sánchez, por su articulo,el cual sirvio de base  para este.