Cuando hablamos de dolor, nos referimos a un concepto amplio de dolor, Podemos experimentar dolor en diferentes niveles: físico, emocional o espiritual.
Dolor real
El dolor real es lo que sentimos, por ejemplo, al lastimarnos un pie o durante una disfunción orgánica, es el indicador de una herida o de que algo no funciona bien en nuestro cuerpo.
Tambien experimentamos dolor real ante la perdida de un ser querido. Ese tipo de pérdida puede doler profundamente, como si nos hubieran arrancado algo de nosotros mismos.
Cuando hay dolor real, lo más importante es reconocerlo, darle espacio y sentirlo en toda su magnitud. Al darle espacio y sentirlo, le damos la posibilidad de que se mueva, circule y se transforme.
Negar y resistir el dolor no hace más que profundizarlo y terminamos guardándolo en nuestro cuerpo para más tarde. Ignorar el dolor o alejar nuestra atención de él sólo hace que se perpetúe.
Dolor imaginario
El dolor imaginario tiene su origen en la mente. en esa parte nuestra que racionaliza, opina e interpreta todo lo que acontece, sobre la base de un sistema de creencias dado. Así, la mente decide si lo que percibe es “bueno” o “malo”.
Cuando el dolor imaginario se dispara, duele porque nuestra mente ha activado un estado de emergencia interno basado en creencias y decisiones tomadas durante experiencias dolorosas del pasado. El dolor imaginario surge en la mente e inmediatamente es transmitido al cuerpo, causando todo tipo de problemas, porque con frecuencia se queda allí estancado, sin ser explorado ni procesado.
Entonces, cada vez que algo dispare ese recuerdo, guardado en el subconsciente–, pensaremos y sentiremos de la misma manera en que pensamos y sentimos cuando experimentámos el dolor originario, ahora sin saber por qué, sin entender qué está pasando.
Como ejemplo, si hemos vivido un trauma intenso durante la infancia, cada vez que una situación, nos despierte las memorias de ese trauma, pensaremos y sentiremos de nuevo, como un niño asustado.
Lo mental se convierte así en físico, confundiendo, distorsionando lo que ha sido real en el pasado y lo que es real en el momento presente.
Si reeducamos nuestra mente y reprogramamos las creencias y decisiones que crean dolor se pueden desactivar lo que llamamos sufrimiento.
El dolor crónico
El dolor imaginario genera sufrimiento y también lo prolonga. Cuanto más dolor imaginario haya en nosotros, más sufrimiento experimentaremos. Se alteran nuestras funciones orgánicas, nerviosas y estructurales.
Un dolor crónico puede ser la resultante de capas y más capas de dolor imaginario, pero también puede ser el resultado de una enfermedad o un accidente sucedidos hace tiempo. En este último caso, el dolor crónico sobreviene como la combinación de:
El dolor originario (una herida, una lesión, un tumor, una disfunción orgánica);
La resistencia a sentirlo (“Esto no debería pasar”, “Esto es demasiado para mí”);
El dolor imaginario (miedo a estar incapacitado, miedo al futuro, miedo a la muerte, etcétera).
“La libertad, la paz y la alegría interior seguirán eludiéndonos hasta que no nos hagamos conscientes de nuestra verdad real, sin escondernos o avergonzarnos de lo que somos”.
—Lynn Grabhorn
Por regla general, los seres humanos buscamos “sentirnos bien”, es decir, felices, amorosos, creativos, libres, en paz. Queremos relaciones íntimas deliciosas, donde crecer juntos y dar y recibir en forma incondicional. En realidad, sin darnos cuenta, estamos tratando de revivir nuestras primeras experiencias intrauterinas de amor y placer incondicionales, a las que teníamos derecho por el mero hecho de haber sido creados.
Resistir es sufrir
A menudo no nos gusta lo que nos pasa y vivimos en un estado de insatisfacción casi constante. Raramente nos sentimos felices con nuestra vida. Además, nuestra “programación civilizada” genera la creencia colectiva de que nunca somos suficientemente adecuados o estamos completos.
Ésa es la creencia base de lo que llamamos progreso y es posible que tenga un lado “beneficioso”, aunque sin duda posee un costo emocional muy alto.
“No me gusta esta manera de vivir”, “No estoy listo”, “Es demasiado para mí”, “Esto no debería pasar ahora” son pensamientos que nos surgen cuando no podemos reconocer la simple verdad de que en el universo todo fluye, y que nuestra fuerza vital necesita fluir con la vida de la misma manera en que un río necesita fluir hacia el océano.
“Cuando la fuerza vital se estanca, las enfermedades se manifiestan”.
Podemos seguir peleando con nuestra vida tanto como queramos, podemos negarla y resistirla hasta la muerte misma, pero también podemos intentar aliarnos a nuestra vida para hacer juntos el trabajo que haya que hacer.
Podemos ignorar el dolor tanto como queramos, pero, si le damos espacio y lo escuchamos, se abrirá ante nosotros la puerta de un decisivo proceso de transformación. Una vez que nos comprometemos con nuestra vida y la abrazamos en su totalidad, el milagro del alivio nos visita.
Todos nosotros tenemos resistencia a lidiar conscientemente con el dolor, ya sea porque preferimos ignorar su existencia o porque no sabemos cómo trabajar con él.
El dolor ocurre, el sufrimiento es opcional
En su libro The Power of Now, ‘El poder del ahora’, Eckhart Tolle recomienda qué hacer cuando en nuestra vida sucede algo que nos molesta o incomoda.
1. Cambiar lo que no me gusta o pedir por lo que quiero, estando dispuesto a recibir un “no” y a negociar si es necesario.
2. Aceptar total y profundamente lo que está sucediendo y estar en paz con ello, sin culpar a nadie ni quejarme de nada.
3-Alejarme de la situación
La adicción al sufrimiento y cómo detectar si estás jugando el rol de víctima.
Cuando jugamos el papel de víctima:
Reaccionamos a todo inconscientemente.
Nuestra mente crea constantes situaciones de ansiedad o preocupación.
Negamos lo que sentimos (“No hay problema”, “Está todo bien”).
Suprimimos nuestras emociones (creando rigidez, contracturas, tensiones o enfermedades).
Somos adictos al “drama” y a las situaciones o personas que lo crean.
Usamos mucho las expresiones “debería” o “no debería”.
Nos quejamos acerca de nosotros mismos o de los demás.
Juzgamos, criticamos, acusamos y culpamos a quien sea (interior o exteriormente).
Repetimos una y otra vez, en nuestra mente, situaciones pasadas.
Nos es difícil perdonar. Guardamos resentimientos muy viejos.
Nos queremos vengar y “cobrar lo que nos deben”.
Recurrimos a nuestro doloroso pasado para actuar o tomar decisiones en el presente.
Tememos el futuro por lo que nos pueda traer .
Ensayamos lo que vamos a decir o hacer, una y otra vez.
No nos damos cuenta de que hay un momento presente. Lo ignoramos absolutamente.
Cuando atravesamos cualquier experiencia de tensión interna, habitualmente surge una decisión inconsciente basada en ideas tales como “No soy lo suficientemente bueno” o “No voy a poder lograrlo”.
Esas decisiones están teñidas de una percepción negativa de nosotros mismos y, si creemos en ella, dirige nuestras vidas.
La mayor parte de esas ideas han sido creadas durante nuestra niñez –el tiempo crítico de nuestra “formación”– o incluso pueden haber sido absorbidas, de nuestras madres durante la vida intrauterina. Algunas otras han sido heredadas de la misma manera en que pudimos haber recibido talento para la música o predisposición hacia los deportes.
¿La autocondena es parte de nuestro diseño original?
¿Puedes imaginarte a un bebé agrediéndose a sí mismo y diciendo “Mírame, soy gordo”, “No tengo dientes ni siquiera puedo caminar” o “No puedo hacer nada por mis propios medios, ni aun hablar. ¡No me soporto!”? Suena absurdo, sin embargo, por desgracia, nos hablamos así a nosotros mismos y a los demás todo el tiempo. Un bebé no concibe que uno se odie a sí mismo. Aprendemos todos estos conceptos por imitación cuando somos muy pequeños. Oímos la crítica y el juicio, y entonces los repetimos dirigiéndolos a nosotros mismos o a otros.
Los sentimientos de desvalorización, confusión y falta de propósito son esperables en un chico/a que está siendo juzgado y condenado diariamente.
Para contrarrestar los efectos de esta programación, muchos de nosotros hemos creado una máscara de poder, eficiencia y sonrisas felices, y tratamos interminablemente de empujarnos, a nosotros mismos y a los demás, a creer que valemos cuando cumplimos aquello que se nos dijo que debíamos cumplir.
Esta programación detona en nosotros una resonancia de insatisfacción crónica, en la que siempre necesitamos que algo o alguien nos completen. En resumidas cuentas, el mensaje es: “Soy defectuoso, lo que soy no es suficiente y algo falta en mi vida”. El resultado es un profundo estado de vacío y desconexión de la vida, con una mezcla de miedo, ansiedad y frustración. Este estado se llama estrés.
Cada vez que juzgamos negativamente cualquier aspecto de nosotros mismos –nuestras cualidades mentales, nuestras actitudes emocionales o nuestra apariencia física–inmediatamente todo el sistema cuerpo-mente se pone en “estado de alerta”, porque le estamos diciendo que hay algo errado o equivocado. Simultáneamente, todo el sistema empieza a buscar en su banco de datos algo del pasado que sintonice con el error del que acaban de hacerlo responsable.
Estos defectos pueden ser recuerdos de esta vida o información genética antigua, que a veces se remonta generaciones atrás.
Cuando, a través de este “barrido”, se encuentra esa información, ésta es “resucitada”, “revivida”, y traída al presente como evidencia de que es cierto que “hay algo errado en mí”.
Cada vez que te dices que hay algo equivocado en ti, estás creando la posibilidad de que la enfermedad o la infelicidad sean “resucitadas” de los archivos.
Este auto-juicio negativo es un lento suicidio, como afirma claramente Lynn Grabhorn en su libro- Excuse Me, Your Life is Waiting (‘Disculpe, su vida lo está aguardando )
“La auto-condenación, cualquiera que sea su forma, es un lugar cómodo para estar cuando no queremos tomar ninguna responsabilidad sobre nuestra vida. Podemos meditar, cantar, utilizar cristales e incienso, hacer ejercicios especiales, utilizar afirmaciones que proclaman nuestra divinidad; sin embargo, mientras nos
juzguemos a nosotros mismos, el poder interno y la liberación serán nada más que palabras. No hay ninguna manifestación o deseo que se pueda llegar a cumplir mientras estés en estado de desaprobación de ti mismo. Ninguna abundancia, bienestar interno ni buena salud, y muy poca alegría podrás esperar”.
“Lo que atormenta al hombre no es la realidad, sino la idea que se hace de ella.”
En consulta hay personas que solucionan su problema de dolor fisico, emocional o crónico, volviendo a una herida de la infancia, en otros casos, haciendo el árbol genealógico y tomando conciencia de programas heredados de sus ancestros, otros se recuperan desactivando y cambiando el sistema de creencias que los sustentaba.
viernes, 26 de agosto de 2016
martes, 21 de junio de 2016
UN VERDADERO "SANADOR" DEBE SABER ESTO
Los mejores sanadores son discretos en su trabajo.
Ellos sellaron el ego y dejan al corazón fluir en sereno amor.
El tacto de sus manos es cálido y generoso.
Tienen manos de Luz! En la parte superior de su cabeza se derrama la Sabiduría Celestial...Y al mismo tiempo, la vitalidad de la tierra besa sus pies.
Mientras tanto, los pétalos de loto de sus corazones se abren.
Y se convierten en templos vivos de la Luz sanadora!
Son tranquilos y conscientes de su tarea.
Saben que es la luz del amor la que sana,no ellos.
Están naturalmente satisfechos, los seres divinos velan por ellos.
Son la paz perenne!
No tienen posturas arrogantes, son simples y alegres.
Son muy agradecidos al Gran Espíritu, al Gran Sanador.
Transita la existencia sin juzgar a nadie.
Ellos son la serena luz! Son sanadores, de los demás y de ellos mismos.
Transita su camino sin deshonrar la ruta de los demás.
No hacen daño a nadie, porque son felices.
Sus actos son lúcidos!
Oh, estos curadores, hermosos y tranquilos, navegan en la luz!
Son estrellas encarnadas, actuando en nombre del Altísimo.
A menudo, en silencio, ellos abrazan a la humanidad!
No esperan nada, sólo abrazan el alma del mundo.
Sí, no esperan nada, sólo agradecen al gran Sanador.
Ellos saben que hay un momento correcto para todo.
Por lo tanto, ellos trabajan en el momento justo de su corazón saben que cada momento es tiempo para aprender.
Ellos se manifiestan en todas partes, y columnas de luz iluminan sus senderos.
A menudo, sienten el dolor del mundo, en sí mismos.
En esos momentos, se reúnen en oración y aprovechan las elevadas fuerzas.
Y aletean sus manos llenas de luz, bajo el comando del corazón.
No hay orgullo en ellos, solo satisfacción callada.
No hay lucha o competencia en su camino, sólo cura.
Ellos caminan en el Dharma, como el Altísimo les instruyó.
Y saben que sólo el Gran Sanador conoce lo que hay en sus mentes y almas.
Son conscientes de que, mediante el perfeccionamiento de los demás, su Karma se disuelve en la luz.
Mejorando a los hombres, ellos también se mejoran, y todo el mundo crece.
Siempre agradecen a los ángeles de la sanación, por la inspiración de su trabajo.
Y dicen, felices: "Señor, nada es mío, todo es tuyo. Incluso yo!
Ellos son sanadores y agentes de sanación interdimensional.
Están encarnados, pero son estrellas.
Sanadores invisibles de los hombres, del Espíritu y de ellos también.
Ellos son de la Luz!
viernes, 20 de mayo de 2016
REIKI SERAFIN
Reiki Serafín es la sanación con la luz y la energía de los serafines. Este método trae la luz directa de los serafines para la sanación y elevación espiritual.
Los Serafines son los ángeles de la primera jerarquía hermosos y de corazón puro, siendo los mas cercanos a Dios, rodeando su trono. Tienen tres pares de alas, las primera para cubrirse el rostro, la segundas para volar y las terceras para cubrirse los pies, ya que solo Dios tiene derecho a mirarlos.
Al trabajar con estas energías obtenemos:
- Aceleración vibracional.
- Elevación Vibracional.
- La sanación hasta de tres vidas pasadas.
- Expansión del campo aurico.
- Magnetismo personal.
- Activación de tu energía angelical.
- Aroma irdin.
- Belleza interna.
- Vitalidad.
- Potenciacion de envío de energías.
- Expulsión de entidades de bajas frecuencias.
- Efecto de sanación.
- Aceleración del karma.
- Depuración mental.
- Depuración emocional.
- Depuración del cuerpo físico.
- Aceleración o disminución del tiempo interno, en este caso puede que estés muy acelerado por dentro y querer estalla. Así como estar muy lento.
Los Serafines

Al tener una energía y vibración muy intensa para poder estar con nosotros esta deben bajarla, estando a nuestro lado por un periodo de tiempo muy pequeño para no perder su conexión con Dios.
Son Ángeles que están impregnados de luz y amor, formando parte de la milicia celestial usan casco de luz el cual cubre su rostro, siendo algunos zurdos.
Son también grandes músicos, usando la lira,arpa, flauta y coros.
Los mas cercanos a Dios se ubican en la primera fila y son los primeros que fueron creados,con un brillo dorado debido a la luz de dios.Los que les siguen por detrás su luz es blanca.
Sus alas son de aspecto áspero y pesadas en los mayores,mientras que los mas jóvenes son de color blanco y mas suaves.
Su aura es como dos lenguas de fuego,de color dorado pudiendo expandirla hasta cubrir por completo el planeta entero.
Uno de ellos es suficiente para darnos sanación y éxito en aquello que pidamos con el debido respeto.
Los Serafines tienen 4 caras.
3 de sus caras representan el pasado,presente y futuro, es una visión completa ante la cual no podemos ocultar nada.
Una de sus caras esta en la nuca siendo una cara oscura, en ella se encuentra lo conocido como el infierno humano : Ira,celos,envidia, amor romántico y demás, en esta cara puede sanar con su energía propia pero así como la da también puede arrebatarla y ser exigente.
Principios del Reiki Serafín
- La grandeza esta en el corazón
- El amor es mi guía
- Hoy recibo y doy amor
Niveles del Reiki Serafín
Nivel 1 Iniciación y Auto-Tratamiento
Nivel 2 Uso de Símbolos y Maestría
viernes, 8 de abril de 2016
DEEPAK CHOPRA :PASOS DE LA A a la Z PARA CREAR ABUNDANCIA

La “A” representa la Afluencia y la Abundancia, en nuestra forma más primordial somos un SER con todas las posibilidades. Nos es posible crear cualquier cosa, ese poder es nuestra naturaleza esencial, nuestro Ser interno, Espíritu.
La “B” representa lo Bueno y lo Bello, evolución es mejorar cada vez más en todos los sentidos posibles. Crea la conciencia de la riqueza y confórmate solamente con lo mejor, selecciona todo de primera clase y el universo responderá a tus expectativas dándote siempre lo mejor.
La “C” representa Calma y Compartir, Dinero sin la experiencia de la despreocupación y la caridad, es un estado de pobreza. La conciencia de la abundancia es un estado mental. Quien se preocupa por como obtener cuanto necesita es realmente pobre, sin importar la cantidad de dinero que se tenga. Comparte despreocupadamente, la fuente de la que todo emana es infinita, ilimitada e inagotable.
La “D” representa Dar y Dharma, pregúntate ¿Cómo puedo servir?, ¿cómo puedo ayudar? ¿Que servicio puedo dar?. Cuando encuentres dichas respuestas en tu interior, notarás que la gente demanda tus servicios. Dharma es descubrir cual es tu propósito en la vida, tu misión personal a cumplir.
La “E” representa la Esperanza y el Éxito; lo que pidas para ti pídelo para los demás, especialmente para tus competidores y enemigos, alégrate por sus éxitos y los convertirás en tus amigos. La Esperanza determina el resultado, espera y siéntete merecedor siempre de lo mejor.
La “F” representa la Fe y el Fracaso, aprende que en cada fracaso reside la semilla del éxito, son peldaños que nos acercan más a nuestra meta, en realidad el fracaso no existe, sino que es tan sólo el medio de perfeccionar lo que hacemos. Ten fe en ti, en los demás y en el poder que te guía y protege.
La “G” representa la Gratitud y la Generosidad, que son características de una conciencia afluente. Adopta a Dios como modelo a seguir, no hay nadie más afluente y en él residen todas las posibilidades. Los 4 pasos para que un deseo se manifieste son: Espontáneamente o mediante la meditación u oración, una idea intuitivamente te señala un objetivo. Ten la intención clara de alcanzar dicho objetivo definido. Desea alcanzarlo, pero no te apegues a él.Deja que el universo se encargue de los detalles.
La “H” representa Humor y Humanidad, se feliz, y da felicidad con lo que haces a quienes te rodean, que sea tu objetivo máximo buscar primero la felicidad y todo lo demás la seguirá.
La “I” representa la Intención e Intensidad, toma una decisión inalterable de la que no puedas retractarte. Ten un propósito bien definido; decide alcanzar cualquier cosa que te propongas, sin que nada te desvíe. Deja que el universo te atraiga las oportunidades y mantente alerta para aprovecharlas.
La “J” representa el Justo medio y no Juzgar, abandona el deseo de clasificar, etiquetar y evaluar las cosas como buenas o malas, correctas o incorrectas. Acalla tu dialogo interno y libera la carga del juicio critico y perfeccionista del ego.
La “L” representa la Libertad y el Lujo, adopta el lujo y la abundancia como un estado natural o estilo de vida. Rodéate de lo mejor en todos los sentidos, tu lo mereces. Pero se libre internamente y no crees dependencia de y a nada. Date la libertad de ser tu mismo y renovarte constantemente.
La "M" representa la Motivación y la Meta, si tomas como meta ayudar a otras personas a ganar dinero y a que alcancen sus deseos, es una manera segura de que tu mismo logres más fácilmente lo mismo. Motiva y estimula a los demás a crecer juntos.
La “N” representa decir No a lo Negativo, cuando tengas un pensamiento negativo, di mentalmente “que pase el siguiente pensamiento, por favor”. Evita a gente pesimista y ambientes negativos, pues bajan tu energía.
La “O” representa los Opuestos y las Oportunidades, acepta que la vida esta formada de opuestos como alegría y tristeza, placer y dolor, luz y oscuridad, salud y enfermedad, amor y odio, metas y obstáculos. Son reconciliables y en esencia solo un medio para que el alma aprenda mediante los contrastes a ejercer sabiamente el poder del libre albedrío. Oportunidades a aprovechar para crecer constante.
La “P” representa el Propósito y la Paz, estamos aquí para descubrir y cumplir nuestro propósito de vida, debemos poder expresarlo en términos sencillos. Saber tu propósito, misión o deber personal te abre las puertas de la potencialidad pura.
La “R” representa Recibir y Regalar, aprender a recibir es tan importante como saber dar, ambos son aspectos diferentes del fluir de la energía en el universo. dar y recibir no tienen que ser cosas materiales, puedes regalar una sonrisa o un estimulo.
La “S” representa Servir, Ser y Saber, el dinero es como la sangre, debe circular; aferrarse al dinero hace que se estanque, para que se multiplique debe circular. El dinero es energía y simboliza el resultado del servicio que damos a nuestros semejantes.
La “T” representa lo trascendente, el talento y el tiempo, sin un sentido de trascendencia la vida carece de belleza; vivir sin la conciencia del tiempo es entregar el corazón plenamente y sin prisa a cada momento. Un sabio dijo: “No me preocupo por el pasado y no le temo al futuro, porque mi vida está perfectamente concentrada en el presente y la respuesta correcta me llega en cada situación cuando ocurre”. Únete a gente con talentos únicos y comparte los tuyos. El tributo o diezmo es dar sin apego una porción de tus ingresos. Cuando das creas un vacío que debe llenarse y atrae más de lo que diste.
La “U” representa la Unidad y lo Universal, hay que comprender que hay una unidad interna detrás de la diversidad externa de las cosas, la conciencia de unidad es el espíritu que va más allá de la máscara de separación y fragmentación originada por ego y los sentidos. Todo es uno, todo es un mismo ser bajo diferentes disfraces, unión es yoga y amor universal.
La “V” representa la Verdad y los Valores, sin valores sólidos en la vida hay confusión, caos y desintegración. Cuando seguimos los valores que se consideran sagrados, nuestro potencial interno es poderoso y crea cualquier cosa que se desea.
La “W” representa la conciencia de la riqueza y la abundancia, que implica la ausencia de preocupaciones monetarias. Las personas verdaderamente ricas nunca se preocupan por perder su dinero, saben que la fuente de donde surge es inagotable. Confía plenamente en que tu poder personal atraerá siempre hacia ti cualquier cosa que necesites.
La “Y” representa el Yacimiento y el Yo Soy, el yacimiento u origen del vigor y la salud esta en el Ser o Yo Soy. Si estamos vertidos hacia las cosas externas nos desvitalizamos, si estamos en contacto intimo con nuestro Ser real, la energía universal fluye libremente a través de nosotros, sintiéndonos capaces, vigorosos y juveniles.
La “Z” representa el Zumo o esencia de las cosas, es saber que hay un poder que rige el mundo y que esta siempre presente en todo lugar. Es saber que Soy Eso, que usted es Eso, que todo esto es Eso y que Eso es todo lo que existe. Estar en armonía con Eso es enfrentar lo desconocido con despreocupación y libertad.
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