El hecho de que decidas dar con un pensamiento distinto no significa necesariamente que puedas pasar directamente a ese pensamiento ahora mismo, pues la Ley de Atracción tiene algo que decir sobre los pensamientos a los que tienes acceso desde donde te encuentras. Por supuesto, no existe ningún pensamiento al que no puedas acceder con el tiempo —al igual que no existe ningún lugar que no puedas alcanzar con el tiempo desde donde te encuentres—, pero no puedes saltar al instante a un pensamiento que tiene una frecuencia vibratoria muy distinta de los pensamientos en los que sueles centrarte.
A veces, algún amigo, que en estos momentos se encuentra en una posición en la que se siente más a gusto que tú, te recomendará que dejes de pensar en cosas negativas y elijas pensamientos más positivos. Pero el mero hecho de que tu amigo se halle en una posición en la que se sienta más a gusto no significa que sea capaz de conducirte hasta allí, pues la Ley de Atracción no te permite hallar una frecuencia vibratoria ajena a la que estás instalado. Y por más que desees sentirte mejor, posiblemente comprobarás que no puedes hallar el pensamiento gozoso que tu amigo desea que encuentres. Pero nosotros queremos que comprendas que con el tiempo puedes hallar ese pensamiento, y que cuando hayas modificado deliberada y progresivamente tu frecuencia vibratoria conseguirás alcanzar y mantener una posición más positiva.
Cuando compruebes que siempre puedes conocer el contenido vibratorio de tu Ser, y que por tanto siempre puedes ser consciente de cuál es tu punto de atracción, adquirirás un control consciente y creativo de tu propia experiencia. Y cuando comprendas que tus emociones te indican cuál es tu contenido vibratorio, podrás modificar deliberada y progresivamente tus vibraciones.
Concéntrate en el pensamiento más agradable que puedas
Elegir un pensamiento diferente siempre produce una respuesta emocional diferente. Así, podrías decir: «Elegiré deliberadamente pensamientos que hagan que me sienta mejor». Sería una buena decisión. Pero sería una decisión mejor, y más sencilla, decirte: «Deseo sentirme bien, de modo que trataré de sentirme bien eligiendo un pensamiento que me produzca una sensación placentera».
Si decides «ir en pos de tu felicidad» y estás inmerso en una situación vital muy alejada de la felicidad, tu decisión de ir en pos de la felicidad no prosperará porque la Ley de Atracción no puede proporcionarte el pensamiento que contenga una diferencia vibratoria tan radical. Pero sí te será fácil poner en práctica la decisión de centrarte en el pensamiento más agradable al que tengas acceso. La clave para ascender por la escala emocional vibratoria consiste en ser consciente y sensible a la forma en que te sientes, porque si no eres consciente de cómo te sientes, no puedes saber en qué dirección te desplazas por esa escala. (Podrías volverte y emprender el camino de regreso a Phoenix sin darte cuenta.)
Si te paras a analizar conscientemente la emoción que experimentas en estos momentos, y procuras mejorar la forma en que te sientes, avanzarás hacia tu objetivo, mientras que si intensificas la emoción negativa te moverás en la dirección equivocada.
Así, un buen sistema para ascender por esta escala emocional vibratoria consiste en tratar siempre de alcanzar la sensación de alivio que experimentas al despojarte de un pensamiento resistente y sustituirlo por otro de aceptación. La Corriente de Bienestar siempre fluye a través de ti, y cuanto más permitas que lo haga, mejor te sentirás. Cuanto más te resistas a ella, peor te sentirás.
Estás sólo a 17 segundos de los 68 que te faltan para satisfacer tu deseo
Basta que centres tu atención unos segundos en una cuestión para que se active en ti la vibración por ella, y de inmediato la Ley de Atracción comenzará a responder a esa activación. Cuanto más tiempo prestes atención a determinada cuestión, más fácil te resultará seguir centrado en ella, porque atraes, a través de la Ley de Atracción, otros pensamientos o vibraciones que son la esencia de lo que estás pensando.
Al cabo de 17 segundos de permanecer centrado en un pensamiento, se activa una vibración que se corresponde con ese pensamiento. A medida que tu concentración se haga más intensa y la vibración más clara, la Ley de Atracción te aportará otros pensamientos que coincidirán con la cuestión en la que estás concentrado. En este punto, la vibración no tiene un gran poder de atracción, pero si permaneces concentrado más tiempo, el poder de la vibración se hará más potente. Y si consigues permanecer concentrado en un pensamiento durante tan sólo 68 segundos, la vibración será lo suficientemente intensa para que empiece a manifestarse.
Cuando te concentras reiteradamente en un pensamiento puro y lo mantienes como mínimo durante 68 segundos, al cabo de un breve espacio de tiempo (en algunos casos horas, en otros días), ese pensamiento se convierte en un pensamiento dominante. Y cuando alcanzas un pensamiento dominante, experimentas sus manifestaciones correspondientes hasta que cambias de pensamiento.
Recuerda que:
• Los pensamientos en los que te centras equivalen a tu punto de atracción.
• Obtienes aquello en lo que piensas, te guste o no.
• Tus pensamientos equivalen a vibraciones y la Ley de Atracción responde a esas vibraciones.
• A medida que tu vibración se expande y se hace más poderosa, acaba siéndolo lo suficiente para que se manifieste.
• Dicho de otro modo, lo que piensas (y por tanto sientes) y lo que se manifiesta en tu experiencia coinciden siempre a nivel vibratorio.
LOS DISTINTOS GRADOS DE LA ESCALA DE TU GUÍA EMOCIONAL
Cabe decir que cada emoción emite una frecuencia vibratoria distinta, pero sería más exacto decir: Tus emociones son indicadores de tu frecuencia vibratoria. Cuando tengas en cuenta que tus emociones indican tu grado de alineación con la Fuente de Energía y que cuanto mejor te sientes más favorecerás tu alineación con las cosas que deseas, comprenderás sin mayores problemas cómo debes responder a tus emociones.
Una alineación perfecta con tu Fuente de Energía significa que sabes que:
• Eres libre.
• Eres poderoso/a.
• Eres bueno/a.
• Eres amor.
• Eres valioso/a.
• Tienes un propósito.
• Todo está bien.
Te alienas con quien eres cuando te centras en los pensamientos que te permiten conocer tu auténtica naturaleza, pues entonces te hallas en un estado de alineación absoluta. Y la sensación que te producen esos pensamientos constituye la emoción última de la conexión. Para retomar la analogía con el indicador de combustible de un vehículo, ese estado de alineación equivale a un depósito lleno.
Dicho de otro modo, imagina un indicador o una escala graduada que indica tu mayor disposición (depósito lleno) a permitir tu alineación con la Fuente de Energía y tu menor disposición o resistencia (depósito vacío) a alinearte con tu Fuente de Energía.
Podemos describir así tu escala de emociones:
1. Alegría/ Conocimiento/ Poder Personal/ Libertad/ Amor/ Gratitud
2. Pasión
3. Entusiasmo/ Ilusión/ Felicidad
4. Expectativas Positivas/ Creencia
5. Optimismo
6. Esperanza
7. Satisfacción
8. Aburrimiento
9. Pesimismo
10. Frustración/ Irritación/ Impaciencia
11. Agobio
12. Decepción
13. Dudas
14. Inquietud
15. Culpabilidad
16. Desánimo
17. Ira
18. Venganza
19. Odio/ Rabia
20. Celos
21. Inseguridad/ Remordimientos/ Falta de autoestima
22. Temor/ Desconsuelo/ Depresión/ Desesperación/ Impotencia
Puesto que a menudo se utilizan las mismas palabras para describir cosas distintas o se utilizan distintas palabras para describir las mismas cosas, estas palabras para etiquetar tus emociones no se ajustan exactamente a cada persona que sienta determinada emoción. Es más, el hecho de etiquetar las emociones con palabras puede confundirte y distraerte del auténtico propósito de tu Guía Emocional
Lo importante es que trates conscientemente de mejorar la forma en que te sientes. La palabra que describa lo que sientes es lo de menos.
Un ejemplo de cómo ascender conscientemente en la escala de tu Guía Emocional
En tu experiencia ha ocurrido algo que hace que te sientas fatal. Nada te satisface, nada te parece bien, tienes la sensación de que te asfixias y cada pensamiento es tan doloroso como el anterior. La mejor palabra para describir el estado emocional más frecuente en ti es «depresión».
Si pudieras tomar la iniciativa posiblemente te sentirías mejor; si pudieras eliminar de tu mente lo que te preocupa y centrarte en tu trabajo, te sentirías mejor. Podrías centrarte en muchos pensamientos que te librarían de la depresión. Ahora bien, en estos momentos, desde el punto de vista vibratorio, no tienes acceso a buena parte de ellos. Pero si estás decidido a dar con un pensamiento, cualquier pensamiento, que te haga sentir mejor y eres consciente de la sensación que te producirá ese pensamiento, puedes empezar a ascender de inmediato por la escala de tu Guía Emocional. Se trata de un sistema que consiste en centrarte en un pensamiento, cualquier pensamiento, y valorar de manera consciente si ese nuevo pensamiento te proporciona una sensación de alivio del malestar que padecías anteriormente. Así pues, piensas y sientes y piensas y sientes con un único propósito: experimentar siquiera un pequeño alivio.
Pongamos que alguien te ha dicho algo que te ha enojado, o que alguien no ha cumplido su palabra. Cuando te centras en este desagradable tema, notas que sientes cierto alivio de tu depresión. Dicho de otro modo, pese a la ira que te invade cuando te centras en este pensamiento, ya no te cuesta respirar. La sensación de claustrofobia ha remitido y te sientes mejor.
Ahora bien, el paso crucial consiste en utilizar de manera eficaz tu Guía Emocional: detenerte y reconocer conscientemente que el pensamiento de ira que has elegido hace que te sientas mejor que la asfixiante depresión que ha sustituido. En el reconocimiento consciente de que tu vibración ha mejorado, tu sentimiento de impotencia disminuye y comienzas a ascender en la escala de tu Guía Emocional, para conectarte de nuevo con la persona que eres.
¿Por qué se empeñan en impedir que sienta este grato sentimiento de ira?
En muchos casos, a partir de una vibración muy resistente como la depresión o el temor, descubres instintivamente, o incluso inconscientemente, que el pensamiento de ira alivia tu malestar. Pero como muchas personas te han convencido de que la ira es un sentimiento negativo —no están dentro de ti, así que no pueden experimentar la mejoría que te produce tu pensamiento de ira—, por lo general te aconsejan que no alimentes la ira… para dejar que caigas de nuevo en tu anterior estado depresivo. Pero si sabes de manera consciente que has elegido un pensamiento de ira y que éste te aporta una sensación de alivio, sabes que puedes pasar del pensamiento de ira a un pensamiento menos resistente como el de frustración, y ascender en la escala de tu Guía Emocional para volver a alinearte con tu Fuente de Bienestar.
¿Por qué hasta la más leve mejoría tiene una gran importancia?
Cuando eres consciente de dónde te encuentras y sabes dónde deseas estar, y tienes los medios para saber si te diriges allí o no, nada puede impedirte que llegues. La supuesta falta de control sobre tu experiencia vital se debe sobre todo a que no sabes hacia dónde te diriges. Si no comprendes de manera consciente tus emociones y lo que significan, a menudo te alejas del lugar donde deseas estar.
Existen muchas palabras para describir las emociones, pero en rigor existen tan sólo dos emociones: La que hace que te sientas bien y la que hace que te sientas mal. Cada grado a lo largo de la escala emocional indica tan sólo la medida en que permites que fluya a través de ti la poderosa, pura y positiva Fuente de Energía. El estado de conexión total, que te produce una sensación de alegría, amor, apreciación, libertad o conocimiento, invoca tu sensación de poder personal. Y el estado de máxima desconexión, que te produce la sensación de desesperación, dolor, temor o depresión, propicia tu sensación de falta de poder personal.
El que seas capaz de alcanzar siquiera una pequeña mejoría en tu estado tiene una gran importancia, pues incluso una mínima mejoría emocional puede hacer que recuperes en cierta medida el control. Y aunque no hayas ejercido todo tu control para volver a conectarte con tu poder personal, ya no te sientes impotente. Así pues, ahora no sólo puedes volver a ascender por tu escala emocional, sino que te resulta relativamente sencillo.
Recuerda que:
• La rabia te ofrece una sensación de alivio de la depresión, el dolor, la desesperación, el temor, el sentimiento de culpa o de impotencia.
• La venganza te ofrece una sensación de alivio de la rabia.
• La ira te ofrece una sensación de alivio de la venganza.
• La culpabilidad te da una sensación de alivio de la ira.
• El agobio te ofrece una sensación de alivio del sentimiento de culpa.
• La irritación te ofrece una sensación de alivio del agobio.
• El pesimismo te ofrece una sensación de alivio de la irritación.
• La esperanza te ofrece una sensación de alivio del pesimismo.
• El optimismo te ofrece una sensación de alivio de la esperanza.
• Las expectativas positivas te ofrecen una sensación de alivio del optimismo.
• La alegría te ofrece una sensación de alivio de las expectativas positivas.
Con el tiempo y la práctica llegarás a comprender lo que tu Guía Emocional te indica. Cuando hayas tomado la decisión de tratar siempre de experimentar la sensación de alivio que te aporta una emoción mejorada, te sentirás bien la mayor parte del tiempo, y dejarás que todas las cosas que deseas fluyan hacia tu experiencia.
Es necesario que prestes atención a cómo te sientes para comprender todo lo que te sucede. La forma en que te sientes —y la sensación de alivio que descubres al centrarte en pensamientos más agradables— es tu única pauta con respecto a lo que atraes a tu experiencia.
No debes temer tus pensamientos incontrolados
Cuando la Ley de Atracción es comprendida y aceptada (lo cual no suele llevar mucho tiempo, ya que no existe en tu medio la menor prueba que la rebata), muchas personas se sienten inicialmente incómodas con sus pensamientos. Cuando entienden el poder de la Ley de Atracción y comienzan a analizar el contenido de su mente, en ocasiones les preocupa el potencial de lo que pueden atraer a través de sus pensamientos incontrolados. Pero no hay motivo para que te preocupen tus pensamientos, pues no se trata de un rifle cargado capaz de provocar una instantánea destrucción masiva. Aunque la Ley de Atracción es muy poderosa, la base de tu experiencia es el Bienestar. Y aunque tus pensamientos son magnéticos y se expanden en función de la atención que les prestas, dispones de tiempo suficiente —desde el momento en que te percatas de cualquier pensamiento negativo— para optar por otros pensamientos menos resistentes que te proporcionen resultados más apetecibles.
Recuerda que puedes favorecer o entorpecer en mayor o menor grado tu alineación con el Bienestar, pero la Corriente de Bienestar siempre fluye. Por consiguiente, hasta un mínimo esfuerzo destinado a elegir un pensamiento más agradable te proporcionará resultados positivos. Y cuando des ese paso y encuentres ese pensamiento agradable, te habrás concedido conscientemente la libertad para pasar de la situación en que te halles, en cualquier aspecto, a la situación en la que desees estar. Cuando elijas deliberadamente un pensamiento y sientas de manera consciente la mejoría en la forma en que sientes, habrás utilizado con éxito tu Guía Emocional y emprendido el camino hacia la libertad que deseas y mereces, pues no hay nada que no puedas ser, hacer o tener.